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lunes, 20 de julio de 2020

The King: Anotaciones Históricas (II)


Retomamos esta serie de entradas sobre anotaciones históricas de la película The King con los temas que anunciábamos al final del primer artículo dedicado al tema.
E66D6E58-B85B-4731-9413-68F8EB432C88 Ricardo de Conisburgh, conde de Cambridge[/caption]
La ejecución del conde de Cambridge y Lord Greyen la película, Enrique V tiene conocimiento de que el conde de Cambridge y Lord Grey habían recibido la visita de un emisario del rey de Francia poco después de que este enviara a un asesino para matarlo. Enrique considera esta actuación un delito de alta traición y ambos nobles son ejecutados, a pesar de que Cambridge era familiar del rey y uno de sus mejores amigos. 
El análisis de este episodio de la película debe empezar con la identificación del conde de Cambridge ejecutado por orden de Enrique V. Este personaje se llamaba Ricardo de Conisburgh y era hijo del duque de York Edmundo de Langley, primo del rey Enrique IV. Para el lector español puede resultar también de interés la circunstancia de que su madre era una princesa castellana, Isabel, hija de Pedro I y María de Padilla (en el enlace se puede conocer en detalle la historia de esta interesante mujer).
Ricardo no era el primogénito de su padre, honor que correspondía a su hermano Eduardo. Por eso él no ostentaba el título de duque de York (heredado por Eduardo) sino el de conde de Cambridge, que le había sido concedido por Enrique V en 1414. Conisburgh se había casado con Anne Mortimer, miembro de la poderosa familia Mortimer, ya citada en la primera entrada. Los Mortimer eran descendientes del segundo hijo de Eduardo III (Lionel de Amberes), mientras que Enrique IV y Enrique V (de la casa de Lancaster) lo eran del tercer hijo de Eduardo III (Juan de Gante). Agotada la línea sucesora del primer hijo de Eduardo III, los Mortimer podían esgrimir un mejor derecho al trono que los Lancaster. En este árbol genealógico se puede entender mejor esta situación.
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En 1415 Enrique descubrió un complot contra él, que pretendía colocar en el trono en su lugar a Edmundo Mortimer. El problema fue que nadie de entre los conspiradores se preocupó previamente de obtener el consentimiento del hombre al que pretendían sentar en el trono. Cuando Edmundo fue conocedor de la conspiración le faltó tiempo para acudir a Enrique V desvelando el complot y dejando claro que él no tenía nada que ver. Los conspiradores, descubiertos, fueron detenidos y ejecutados. Entre ellos se encontraban Ricardo de Conisburgh y Sir Thomas Grey. Su ejecución se debió a este complot y no a supuestos contactos con el rey de Francia.
Como consecuencia de la traición del conde de Cambridge, su hermano Eduardo, duque de York, se consideró en la obligación de liderar la carga más peligrosa de los ingleses en la batalla de Agincourt para demostrar su lealtad a Enrique V y fue de los pocos nobles ingleses que perdió la vida en esa confrontación. Murió sin descendencia.
En cuanto a Edmundo Mortimer, siguió siendo un fiel servidor del rey hasta su muerte sin descendencia en Irlanda en 1425.
Puede que el lector recuerde una escena de la película en la que se observa al conde de Cambridge en una biblioteca con un niño. Es de suponer que ese niño era su hijo Ricardo. Cuando Conisburgh fue ejecutado por traición no fue desposeído de su título, que pasó a su hijo. Cuando Eduardo, duque de York, murió sin descendencia en Agincourt, su título pasó también a este niño, como hijo de su hermano. Y cuando Edmundo Mortimer murió sin descendencia en 1425, sus propiedades y títulos (como el de conde de March en las marcas galesas) pasaron también al hijo de Conisburgh, a través de su madre Anne Mortimer (ya fallecida). Con el tiempo, este niño de nombre Ricardo, duque de York, conde de Cambridge y de March, heredero de la líneas de descendencia del segundo y cuarto hijo de Eduardo III, adoptaría el nombre de Ricardo Plantagenet y reclamaría el trono de Inglaterra que ostentaba el hijo de Enrique V, Enrique VI. Eso sería el comienzo de la guerra de las Rosas... pero esa es otra historia.
22AF48B9-FE9B-4903-BCED-DFAC89A8FA3DEl conflicto con FranciaEn la película un pacifista Enrique V (hasta en dos ocasiones trata de evitar la pérdida de vidas en batalla ofreciendo un combate singular al líder del ejército contrario) sufre continuas provocaciones por parte de Francia (desde el envío de un asesino hasta la remisión de una pelota con un mensaje insultante por parte del delfín). Cuando un ceceante arzobispo trata de explicarle las pretensiones dinásticas de los reyes ingleses al trono francés, le corta sin dejarle terminar su farragosa explicación.  Finalmente, harto de las provocaciones francesas se decide a enfrentarse al enemigo y viaja al continente. 
Enrique V no era un pacifista. Con doce años ya participó en una campaña en Irlanda y con dieciséis tuvo su primera experiencia en batalla. Tampoco desconocía los motivos dinásticos por los que los reyes de Inglaterra reclamaban el trono de Francia desde que en 1337 Eduardo III dio origen a la luego llamada guerra de los Cien Años (ver el enlace para más detalles sobre las causas por las que el rey de Inglaterra reclamó su derecho a la corona francesa).
Enrique conocía perfectamente la evolución del conflicto con Francia y sabía que Ricardo II había firmado una tregua con el rey francés que finalizaba en mayo de 1415. Enrique estaba decidido a retomar las pretensiones familiares al trono de Francia iniciadas por su bisabuelo Eduardo III. Envió mensajeros a Carlos VI de Francia reclamando su derecho a ser reconocido como heredero de la Corona francesa o, al menos, que le fuesen devueltas las históricas posesiones familiares de los Plantagenet reconocidas a los reyes ingleses en el tratado de Bretigny (1360) en el sur y el oeste francés, volviendo a reclamar el título de duque de Normandía. También solicitaba la mano de la hija del rey, Catalina de Valois, que debería venir acompañada con una generosísima dote nupcial.
Consciente de que no conseguiría nada de lo reclamado sin alguna demostración de fuerza, Enrique V solicitó fuertes préstamos a los obispos y mercaderes del reino, pero en diciembre de 1414 el Parlamento le urgió a que alcanzara un acuerdo amistoso con el rey de Francia. Esta posibilidad se alejó cuando, en marzo de 1415, el delfín (heredero de la Corona francesa) envió un mensaje a Enrique V en el que, además de mofarse de su juventud, le decía que difícilmente podía aspirar a la corona francesa cuando ni siquiera era el legítimo rey de Inglaterra. Un episodio recreado en la película, si bien, como decimos, el motivo por el que el heredero al trono francés le atacaba era por la usurpación del trono por la que su padre había conseguido la corona. Enrique V decidió entonces atacar Francia.
F1BA0A77-BB11-4BEF-A3B2-8C76F1A02F77 Batalla de Agincourt
La batalla de Agincourt : en la película Enrique V desembarca en Francia junto con su ejército y sitia un castillo al que somete a un constante lanzamiento de proyectiles hasta que sus ocupantes se rinden ante él. Después continúa el avance con su fuerza hasta encontrarse con el ejército francés del delfín. Este se niega a un combate singular con Enrique para decidir la contienda y unos y otros se preparan para el enfrentamiento. Los ingleses están en inferioridad numérica, pero su capitán, John Falstaff, diseña una estrategia de combate. Una pequeña fuerza liderada por él mismo hará de señuelo para atraer a los franceses a una zona embarrada para que, una vez allí, los ingleses les ataquen primero con sus arqueros y luego con el resto de fuerzas terrestres. La estrategia da resultado y los ingleses derrotan a los franceses. A solicitud de sus oficiales, Enrique accede a que los prisioneros franceses sean ejecutados para que no puedan unirse a un posible contraataque francés. 
Enrique V partió de Southampton y puso pie en Francia el 14 de agosto de 1415. Su primer objetivo era hacerse con el histórico ducado de Normandía, perdido en su día por Juan Sin Tierra, y empezó poniendo sitio a Harfleur, pero le llevó más de un mes tomar la ciudad, mientras la pestilencia de las cercanas marismas hacía mella en su ejército, que se vio diezmado. Enrique tuvo que cambiar su plan de lanzarse a la invasión de Normandía, envió a los enfermos y heridos a casa y se dirigió hacia Calais.
En principio se trataba de un viaje que debería llevar unos ocho días. Pero los franceses habían destruido todos los puentes y vados para atravesar el caudaloso río Somme, por lo que los ingleses debieron dar un largo rodeo que implicaba recorrer el doble de la distancia inicialmente prevista, lo que les llevaría también idéntica cantidad de tiempo. A pesar de haber recibido algunos refuerzos, el ejército inglés se vio reducido de los alrededor de diez mil hombres que lo formaban inicialmente a algo menos de siete mil soldados, débiles, hambrientos, enfermos y agotados por las largas marchas a los que eran sometidos para llegar a Calais antes de ser alcanzados por el ejército que los franceses habían enviado en su búsqueda. 
Pero fue inútil. El 19 de octubre, el último de los ingleses logró cruzar el Somme. El ejército francés ya se encontraba al otro lado del río y se interponía en su camino a Calais. A su mando se encontraba el duque de Orleans, sobrino del rey, pues se había decidido que ni el rey ni el delfín se encontrasen presentes para evitar la posibilidad de que fueran capturados por los ingleses (como había sucedido con el rey Juan II tras la batalla de Poitiers en 1356).
Enrique V se dio cuenta de que no le iba a ser posible llegar a Calais y se dispuso a presentar resistencia en el lugar desde el que mejor podía aprovechar la orografía para presentar batalla. Este lugar se llamaba Agincourt y allí se encontraron el 25 de octubre de 1415 el agotado, enfermo y hambriento ejército inglés de siete mil hombres con un descansado y bien alimentado ejército francés de más de veinte mil soldados, la flor y nata de la aristocracia, la caballería y la infantería francesa. Los arqueros ingleses volvieron a destrozar al ejército francés, ganándose definitivamente la fama de ser el más odiado enemigo de los franceses. En la película se minimiza la importancia de los arqueros en la victoria inglesa.
Enrique V tuvo que dar orden a sus soldados de no acometer la acostumbrada tarea de tomar prisioneros para luego pedir un rescate, temiendo que esto distrajese de la batalla a algunos de sus hombres y pudiese llevar a un contraataque de los prisioneros. Al contrario de lo que se indica en la película, la iniciativa de esta medida partió del rey. De hecho, sus oficiales se negaron inicialmente, porque esta medida de matar a un enemigo desarmado y que se había rendido iba contra las más elementales normas de la caballería, además de suponer una fuerte pérdida económica, por el elevado rescate que se pedía por la libertad de un caballero cautivo. Enrique trasladó la orden a sus arqueros y los prisioneros fueron ejecutados.
Tras una larga e intensa batalla se impusieron los ingleses, que sufrieron menos de mil bajas. En el lado francés murieron más de doce mil hombres, pero estas pérdidas no solo resultarían letales en los años siguientes por su número, sino por la calidad de las mismas, ya que entre los fallecidos había tres duques, cinco condes, más de noventa barones y unos dos mil caballeros.
39AAD65E-8200-4FBF-917A-9757CCDE29EB El delfín Carlos, futuro Carlos VII de Francia
Carlos, el delfín de FranciaEn la película, el hijo del rey de Francia no cesa de provocar constantemente a Enrique V al que insta repetidamente a rendirse y al que humilla una y otra vez. Cuando los ejércitos inglés y francés se encuentran se niega a enfrentarse en combate singular a Enrique V y solo al final, al ver que la batalla no transcurre por los derroteros previstos acude al campo y desafía al rey inglés, quien entonces rechaza su pretensión y deja que sean sus hombres quienes acaben con un tambaleante príncipe francés que no hace sino resbalar en el barrizal en que se ha convertido el campo de batalla. 
El delfín Carlos era hijo de Carlos VI, rey de Francia, conocido como el Bienamado, pero también como el Loco, pues sufría intermitentes ataques de una enfermedad que le hacía perder la razón durante semanas o a veces meses. Esto provocó una sorda lucha por el poder entre la nobleza francesa, con dos bandos, los armagnacs y los borgoñones. El delfín Carlos lideraba el primero de estos dos bandos.
Después de la batalla de Agincourt, en la que el delfín no es que no muriera, sino que ni siquiera estaba presente, las diferencias entre ambos bandos se agravaron. En 1417 se produjo una nueva invasión inglesa de Francia. Se abrieron negociaciones entre Enrique V y el rey francés Carlos VI, al que acompañaban su hijo, el delfín, y el duque de Borgoña. Se retomó el proyecto de casar a Enrique V con la hija del rey Carlos VI, Catalina de Valois, y designar a ambos como herederos del rey francés y regentes en su nombre debido a su incapacidad. El hecho de que el duque de Borgoña fuese asesinado cuando se encontraba en misión en la corte del delfín hizo que las sospechas recayeran sobre este y allanó el camino de Enrique V, que se plantó sin oposición a las puertas de París y reclamó la corona francesa.
Tras arduas negociaciones, en la primavera de 1420 se firmó el Tratado de Troyes por el que se reconocía a Enrique V como heredero al trono francés y se acordó su matrimonio con Catalina de Valois. En diciembre del mismo año la pareja entró triunfalmente en París, el Parlamento francés ratificó el Tratado de Troyes y apartó al delfín de la sucesión al trono por su incapacidad para responder satisfactoriamente de los cargos relativos a la muerte del duque de Borgoña. De esa forma, a la muerte del rey Carlos VI serían gobernados por el mismo monarca los reinos de Francia e Inglaterra, aunque ambos países que seguirían conservando su derecho, sus libertades, sus costumbres y sus leyes. 
No todo fueron parabienes tras el Tratado de Troyes. Muchos franceses no aceptaban ser gobernados desde Londres y se agruparon en torno al delfín que retenía en su poder extensas posesiones en el centro y el sur del país. En 1422 moría Carlos VI de Francia y dos reyes fueron proclamados como sucesores suyos. En la parte dominada por los ingleses, se proclamó al rey Enrique VI de Inglaterra (Enrique V había muerto ese mismo año de 1422), y en la parte dominada por los franceses, al delfín. 
Carlos acometió la tarea de recobrar para Francia todas las posesiones continentales en manos de los ingleses. Un punto de inflexión se produjo a finales de 1428 cuando una joven, de nombre Juana de Arco, se presentó ante él y se ofreció a liderar el ejército francés para conquistar Orleans. En 1429 cayó esta ciudad en manos francesas. Ese mismo año los franceses conquistaron Reims, tradicional lugar de coronación de los reyes de Francia y el delfín fue coronado como rey de Francia con el nombre de Carlos VII. En 1431, Enrique VI de Inglaterra fue coronado también como rey de Francia en París. Fue el único caso en la Historia de un rey coronado a la vez como monarca de Inglaterra y de Francia, pero en el continente los ingleses no dominaban todo el país.
Carlos VII de Francia prosiguió la tarea de reconquistar todos los territorios en manos inglesas, que culminó en 1453 tras la batalla de Castillon. Aunque no se firmó ningún tratado, esta batalla ponía fin a la guerra de los Cien Años (ver enlace para más detalle sobre los últimos años del conflicto). Los ingleses solo conservaron Calais, que fue suya hasta 1568.
9B77C831-0EFD-491F-B337-D4F72AAA7F50 Sir John Falstaff
John Falstaff: en la película John Falstaff es un amigo de correrías nocturnas de Enrique mientras este es príncipe. Cuando accede al trono parece haberse olvidado de Falstaff, pero cuando decide iniciar la guerra contra Francia le pide que le acompañe y se ponga al frente del ejército inglés. Entre la desconfianza de los nobles que rodean al rey, Falstaff diseña la estrategia que les da la victoria en la batalla de Agincourt, pero al situarse en el centro de los ingleses que sirven de cebo a la carga francesa acaba dejándose la vida en el campo de batalla. 
En la película el caso de John Falstaff es el que más sigue la trama de las obras de Shakespeare sobre Enrique V. Sir John Falstaff es un personaje surgido de la imaginación del dramaturgo inglés, aunque basado en dos figuras históricas. El nombre parece estar tomado de un soldado inglés llamado Sir John Falstof que combatió en la guerra de los Cien Años. De hecho luchó en Agincourt, pero no pereció allí, sino que siguió sirviendo valerosamente en el ejército inglés en otras batallas del conflicto. En la grave derrota inglesa de Patay (1429) fue acusado de cobardía, aunque luego se le absolvió de este cargo. Se retiró del servicio en 1440 y murió en 1459.
El segundo personaje, en cuya biografía pareció basarse Shakespeare para el personaje de John Falstaff, era Sir John Oldcastle. Inicialmente, la intención del dramaturgo era llamar así a su personaje. Lo que ocurre es que cuando se estrenó la obra Enrique V sus descendientes estaban vivos y eran poderosos, por lo que se vio obligado a cambiar el nombre de su personaje por el de John Falstaff.
Sir John Oldcastle era amigo de Enrique V, pero pertenecía al herético movimiento de los lolardos, que predicaban contra los privilegios y riquezas de la Iglesia y la necesidad de que fuera privada de ellos. La Iglesia perseguía con ansia a los que la practicaban y difundían y en septiembre de 1413 le tocó el turno a John Oldcastle, que fue sometido a juicio en la catedral de San Pablo. Fue condenado y el rey solicitó un tiempo antes de la ejecución de la sentencia para que su amigo pudiera reflexionar y arrepentirse, por lo que fue conducido a la Torre de Londres. 
Sin embargo, consiguió escapar y fue escondido por algunos correligionarios. Mientras, Oldcastle planeaba un complot contra el rey, que incluía su secuestro. Durante los últimos meses de 1413 recorrieron el reino buscando apoyos para su plan, pero sabido es que cuantas más personas estén al tanto de una conspiración más difícil es mantenerla en secreto e inevitablemente se produjeron filtraciones, de modo que cuando en enero de 1414 los lolardos se reunieron para ejecutar sus planes, las fuerzas reales les estaban esperando. Los que no pudieron huir, hasta treinta y seis conspiradores, fueron juzgados y colgados. Oldcastle escapó, pero fue capturado en Gales en 1417 y ejecutado. 
Posteriormente, dos óperas, una de Verdi y otra de Salieri se basaron en el personaje de Falstaff.
245px-catherine_of_france Catalina de Valois
Catalina de Valois: ya ha quedado suficientemente explicada la unión entre Enrique V y la princesa francesa, hija de Carlos VI y hermana del Delfín Carlos. Su matrimonio fue de corta duración porque Enrique murió en 1422, pero hubo tiempo suficiente para que Catalina le diera un hijo, el rey Enrique VI.
Una vez viuda, Catalina parecía destinada a llevar una vida tranquila y desaparecer de las páginas de la Historia. Pero en su camino se cruzó una aventura amorosa que estaba destinada a cambiar la historia de Inglaterra. Su enamorado era un galés cuyo nombre era Owain ap Mareddud ap Tudur, aunque también se le conoció como Owen Fitz Meredith, Owen Meredith y Oweyn Tidr, hasta que los escribanos de la corte inglesa decidieron que era más cómodo referirse a él como Owen Tudor. 
Si se casaron, como afirman la mayoría de autores, lo hicieron en secreto. En todo caso, en 1431 nació el primer hijo de la pareja, al que llamaron Edmund. Tuvieron más hijos: Jasper, posiblemente otro llamado Owen que fue dado a un convento, y se cree que una hija (Margaret o Tacine) que muró joven y de la que no se sabe nada.
Edmund Tudor se casó con una de las principales mujeres (o más bien niñas, pues tenía trece años) de la nobleza inglesa, Margaret Beaufort. Edmund murió en 1456, pero tuvo tiempo de dejar embarazada a su esposa. Esta, con solo catorce años y de constitución débil y delgada, tuvo un parto difícil en 1457, pero tanto ella como su hijo sobrevivieron. Su hijo se llamó Enrique Tudor y se convirtió en el primer rey de esta dinastía (Enrique VII) al subir al trono de Inglaterra tras derrotar a Ricardo III, el último Plantagenet, en la batalla de Bosworth.
En cuanto a Catalina de Valois, murió en el año 1437.
Para más información sobre los temas tratados aquí tienes a tu disposición mi libro Los Plantagenet y puedes reservar (saldrá publicado en enero) mi siguiente obra, Lo que Shakespeare no te contó de la guerra de las Rosas. 
Imagen| Wikimedia Commons, archivo del autor, Britanica.com.
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